CRÓNICA

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Somos CaPAZes - Educación para la paz

¡CaPAZitaciones que dejan Huella!

A las 8 de la mañana del 14 de febrero ya habían llegado algunos voluntarios al paradero del Politécnico Grancolombiano en la Calle 61 con 7. Algunas caras nuevas y otras caras conocidas pero todas tenían algo en común. No me refiero al frío mañanero que los acompañó por algunos minutos, me refiero a la intriga de lo que se viviría en las próximas horas. No cabe duda de que la primera capacitación de voluntarios fue la forma precisa de dar inicio a este nuevo año lleno de retos por cumplir pero sobre todo lleno de experiencias inolvidables.
La capacitación comenzó alrededor de las 9:00 a.m. y el clima fue el aliado indicado para que el rompe hielo se desarrollara de la mejor forma. A medida que se realizaba la actividad, los voluntarios poco a poco iban construyendo lazos, identificando similitudes y diferencias con sus compañeros.

Recuerdo que Gioanna, una de las nuevas voluntarias, fue de las primeras en participar y supe un tiempo después cuál era su gran motivación: “La paz se consolida desde la familia y eso es lo que quiero que mis hijas recuerden”. Eso es lo que hace especial a Somos CaPAZes, a todos nos mueven razones diferentes pero que nos motivan a construir un mismo objetivo: La PAZ. Durante los últimos minutos de aquel primer ejercicio una joven nos recordó a todos, con especial entusiasmo: “Atrás quedó una generación marcada por la guerra y el conflicto, porque somos nosotros los protagonistas de una nueva generación, una generación de paz”.

Las actividades siguientes fueron igual de emocionantes y trascendentales pero la que más llamó mi atención, y seguro la de muchos, fue la actividad de las siluetas. Fue increíble ver como a todos nos entregaron la misma hoja a blanco y negro, pero luego de varios minutos cada hoja se convirtió en una pieza única. Había todo tipo de colores, detalles y formas que reflejaban la personalidad de cada voluntario. Mientras exponían sus dibujos en aquel auditorio, Juan Sebastián Viviezcas, vicepresidente de Somos CaPAZes, nos recordaba la importancia de ir más allá de la tolerancia, sino que debemos celebrar desde la diversidad.

Pasaron los minutos y las horas entre reflexiones, preguntas y risas, lo que pronto dio paso al cierre de la primera capacitación que sorprendió a todos: La Fundación La Familia Ayara animó el encuentro en medio de Hip-hop, ‘beat box’ y un concepto nuevo para muchos, el ‘Rap-debate’. Andrea Farfán, asesora en gestión organizacional de Somos CaPAZes y coordinadora del evento, nos comenta: ‘‘Esta presentación evidenció que a través del arte y la libre expresión con conciencia se generan cambios y formas de vida responsables’’.

En esta última presentación se tocaron todo tipo de temas y los jóvenes artistas de La Familia Ayara demostraron no sólo su talento improvisando, sino sus ganas de crear conciencia a través de sus líricas. Pasadas las 4 de la tarde y luego de todo este intercambio de ideas, risas, reflexiones y pensamientos los asistentes se fueron a sus casas con un hasta pronto. 

El 28 de febrero se llevó a cabo la segunda capacitación, esta vez en la Agencia Seguros Beta. En esta oportunidad el reto era un poco diferente, Ana María Castaño, coordinadora de educación de Somos CaPAZes, explica: ‘‘En la segunda capacitación hicimos actividades relacionadas con los programas para que los voluntarios las conocieran un poco más y se sintieran en el lugar de los niños al momento de hacerlas’’. Por esta razón uno de los momentos que más impacto tuvo sobre los voluntarios fue cuando tuvieron que llevar un letrero en la espalda, con una característica particular como: terrorista, alcohólico, entre otros y de acuerdo a esto tratar a nuestros compañeros para que así ellos adivinaran que calificativo les había correspondido. Una voluntaria, resaltó que esta fue la actividad que más le gustó, ella tuvo que llevar en su espalda la palabra: “desadaptada” y fue de esta manera como se dio cuenta de lo difícil que era ponerse en los zapatos de los demás.

Cada actividad que se hizo en esta capacitación tenía un único propósito. Si bien tener una perspectiva general de las sesiones que se harán en los talleres era importante, lo que más se destaca es que los voluntarios participaron con la mejor actitud y que esto dio como resultado un proceso íntimo en el que cada persona se salía de la rutina, disfrutaba, aprendía y casi que sin darse cuenta sacaban su niño interior. Es por esto que estas capacitaciones son de vital importancia, así lo recuerda Ana María: ‘‘Estos momentos son muy importantes dentro de la organización ya que permiten conocer a la persona más allá del voluntariado, en los que se generan reflexiones en torno a lo que hacemos y cómo impacta en la vida de cada uno de nosotros y de los niños y niñas que están con nosotros’’

Es así como jóvenes de espíritu y alma se ponen frente a frente, levantan su mano para decir: ¡Presente! Aquí estamos y desde ya nos comprometemos a ser el cambio y a trabajar por la paz desde la cotidianidad.

 Por Paola Cabrejo.

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