Si mujeres líderes jóvenes, se unen en un programa de entrenamiento en habilidades para el liderazgo y manejo de conflictos, entonces cada una de ellas regresarán a sus comunidades con mejores herramientas y habilidades para manejar conflictos, continuar su trabajo en construcción de paz y liderar cambios en sus comunidades, manteniendo y apalancándose de las redes tanto sectoriales como regionales, creadas entre ellas.